Nueva Zelanda

¿Por qué deberías hacer un tour por Nueva Zelanda con nosotros?

Desde la cultura maorí y la actividad geotérmica de Rotorua hasta el Sauvignon de Marlborough y los asombrosos glaciares y montañas del sur. Hemos seleccionado una colección de experiencias únicas para crear un viaje lleno de emociones naturales y actividades llenas de adrenalina. Entonces, ya sea que estés listo para surcar los cielos en Queenstown, navegar junto a cientos de delfines oscuros u observar las estrellas bajo uno de los cielos más despejados del planeta, lo tenemos cubierto.

CIUDADES, ISLAS Y VIÑEDOS

Tan pronto como aterrices en Auckland, regresarás directamente a Rotorua.  Experimentá la emoción de desembarcar tanto en el Monte Tarawera como en la Isla Blanca, dos volcanes impresionantes. Sí, volcanes. Desde el humeante lago del cráter de White Island hasta las altísimas alturas de la cima del monte Tarawera, quedarás totalmente hipnotizado. 

Podrás realizar diferentes actividades desde paseos a caballo hasta pesca (Taupo es la capital de la pesca de truchas de Nueva Zelanda), golf y hasta alquileres de barcos, nos aseguraremos de que puedas ver esta encantadora región desde tantas perspectivas como sea posible.

Sumergite en la Ciudad de las Velas

De vuelta a Auckland, tendrás los próximos dos días para pasear entre los diversos museos y galerías de arte llenos de curiosidades maoríes antes de dirigirte al puerto. La Ciudad de las Velas es votada regularmente como una de las mejores ciudades de estilo de vida del mundo, y no te llevará mucho tiempo ver por qué. Disfrutá de todo a tu propio ritmo, antes de terminar el día por todo lo alto en uno de los restaurantes más venerados de la ciudad.

Bahías de belleza

Culminarás esta escapada inolvidable en el extremo más septentrional de la Bahía de las Islas, una hermosa colección de 144 islas en el Océano Pacífico. Es aquí donde te embarcarás en un velero privado que te llevará a un recorrido exclusivo por las islas antes de detenerte para almorzar y probar suerte en kayak, o simplemente nadar en las aguas brillantes. No se nos ocurre un lugar más espectacular para terminar tu viaje.